que lo que más me enoja
es tu congoja,
tu odio,
tu rabieta,
tu yo no fui,
tu nada,
tu vacío,
tu puteada barata,
tu abrelatas.
Tu postura fingida,
compungida.
Tu miedo,
tu ayuno,
tu vergüenza,
de gritar en la cara,
de decir te quiero:
“hijo de puta”
o culo,
o mierda,
amanecer.
Quiero decirte,
ya que sos tan cobarde,
que emociona
tu golpe de costado;
hay que ser valiente
para ser tan así,
una mosca,
un pato,
una cagada
y creerse águila,
faisán,
masita.
Por eso es que te escribo;
porque te respeto
en tu mundo vacío,
sucedáneo,
puequeño.
Vos sos como sos,
“yo juego”.
Y quiero decirte,
para ir terminando,
que el gusano
es mariposa,
la mariposa vuela,
el vuelo es aire,
el aire
es una mezcla
pero vos,
irresoluta,
sos pañuelo
con mocos
y con lágrimas
y que me importa un pito
tu corneta
y tu costumbre
de mentir
disimulando.
Pero nada;
todo bien.
Seguí muriendo
y que te dé tiempo,
así,
por accidente
te equivocás
y comprendés
que todo es
más grande
o más pequeño
según del tamaño
que te creas.
Y que das asco
y que te quiero,
(matar con mis dos manos)
mirarte para siempre
porque
sos linda
y fea,
una persona
y un fantasma
y cuidado el espejo
-que se rompe-
y vos quedás
hecha pedazos
porque sos mentira;
¿verdad
que sos mentira?
agrego posdata:
Jim Morroson es poeta.
Y te queda este poema
como nada.
Y lo escribí hace tiempo
y no era para vos.
Saludos.