dedicado

www.facebook.com/o3rascosas - alejandrogrmontevideo@gmail.com - celular: 095646749

viernes, 23 de marzo de 2012

POEMA DE LA OTRA NOCHE


En este paradigma
llamado democracia
que no es cracia
ni demos,
hasta que lo demuestren;
algo huele a podrido
aquí
y en Dinamarca.
Podrían rebatirme
y yo preguntaría,
diría, por si acaso,
pidiendo que me expliquen,
porqué hace sólo un rato,
a las tres de madrugada,
yo fui a comprar cigarros
y un alcohol que me hablara
y en esa esquina sucia,
mojada y quejumbrosa,
un niño sin edad,
hurgando en la basura
me pidió una moneda
y luego
dijo gracias.
Lo que más me indignó
fue que dijera gracias;
inmundo paradigma
que no es demos
ni cracia.
¿Por qué me das las gracias?
pregunté;
por la moneda
dijo;
entonces me quedé sentado en el cordón
y hablamos largo rato,
preguntaba y oía
y yo no contestaba
lo que él quería saber
porque no lo sabía.
El quiere ser doctor
(se le murió la madre).
Así me lo contó
y lo llevé conmigo
unas cuadras gigantes;
compré café con leche
con una ficha boba,
un sánguche
y un chicle
y me quedé llorando
al tiempo que él comía.
El miraba, masticaba
y se reía.
¿Por qué llorás?
me dijo.
Le contesté muy raro
¿Sabés qué es paradigma?
Me miró con los ojos risueños
y dijo
estás muy loco.
Contesté,
ya lo sabía.
¿Y cómo te llamás?
me preguntó;
Basura me llamo,
yo también te hice esto,
traerte hasta acá
para venderte la inmundicia
llamada paradigma.
Entre vos y yo
no hay nada
porque todo es mentira;
ahora me voy
y vos a la basura
yo a la cama
con alcohol
y humo
y con almohada.
Pero vos sos bueno
dijo.
Yo no soy nada
porque también maté a tu madre
y no vas a ser médico
ni nada.
Porque nadie hace nada,
yo no hago nada
y perdoname que te lo repita.
Paradigma, acordate,
también es nada.
Tomó el café con leche,
salió despacio,
saludó con su mano
y mientras esto escribo
el sigue siendo nada.

viernes, 9 de marzo de 2012

OVEJAS Y CONEJOS

(Nocturno de insomnio)

Intentaré dormir.
Cerraré los ojos,
dejaré mi mente en blanco.
A lo sumo
buscaré
alguna oveja saltarina.
Una, dos, tres;
cuatro, cinco, seis...
ciento quince, dieciseis...
no es sencillo.
Las ovejas
se convierten en conejos.
Y los conejos
no me dejan dormir.
Quizá ya me dormí
en ciento diecisiete
y sueño con conejos
blancos.
Blanco sobre verde
bajo el cielo azul.
Pero un conejo
es negro y corre;
se aleja,
me distrae.
Lo sigo a su paso.
Soy un conejo
que corre sobre el campo.
Sigo igual.
En seguida
me topo con ovejas;
son cientos
y me da un sueño fatal.
Soy un conejo
que sueña con un hombre.
Ese hombre cuenta
ovejas que observan,
con sorpresa,
un conejo negro
que se escapa al horizonte.

LA CARCEL DE VIDRIO

Libertad;
una cárcel sin barrotes
dentro
de esto que parece aire.
Apenas soy;
fantasma
que supone
realidades
como juego de sombras.
El afuera
me coteja;
yo lo indago.
Todos jugamos a creerlo,
en ese cerco
de reflejos que mienten.
Así,
en ese pacto tácito,
asumimos formas
impuestas por convenio
para
que nada estalle.
A eso
llamamos libertad;
mentira
que aceptamos
por no atrevernos
a romper espejos
por la mala suerte
o las buenas costumbres.

ULTIMA FRASE

Sin punto y coma
sin comas
sin guiones
sin dos puntos
sin paréntesis
te digo
vos sujeto
yo apenas predicado
pero vos omitida
y yo sin predicarte
desde esa noche
en que me dijiste
basta
hasta aquí llegó
es todo
andate
ya no te quiero
ya fue
punto final.

MANERAS DE VER LAS COSAS

Estoy en la calle
y me detengo
miro al cielo
y veo una nube
entonces
los vehículos
los peatones
los perros
y hasta los policías
se detienen a mirar
al cielo
y buscan
y buscan
y buscan
y rebuscan
hasta llegan a ver una nube
pero no pueden ver mi nube
entonces me voy
sonriendo
hasta otra parte
y todos
todos
todos
hasta los policías
se quedan mirando
una nube
y a mí
que me retiro
y gesticulan
y menean lo que hay en sus cabezas
yo sigo caminando
y me quedo
mirando el mar
y veo una ola
y así
y así
y así.

LO QUE ME GUSTA Y LO QUE NO ME GUSTA

Me gusta el chocolate
pero no hay como andar en bicicleta
y descalzo
o andar por la arena
o hacer el amor
sin preguntarte el nombre
reírse
o hasta llorar
pero sin cocodrilos
ni colirios
pataleo o melodramas
me gustan las uvas
pero también los muslos
dorados y torneados
Borges
Tàpies
y el arroz con leche con canela
pero también
la risa de mis hijos
sobre todo
y andar de sobretodo
y Woody Allen
y también me gusta esa sonata
el saxo
los sahumerios
y esos extraños ojos que volvieron.
No me gusta la tibieza
lo relativo
el pacto
la absoluta certidumbre
la sempiterna duda
el licor de huevo
la corneta
ni cuando me caigo en bicicleta
ni el quebranto
ni el hastío
ni lo moderado
lo facturado
lo tasado
ni me gusta que pienses que es mentira
lo que te dije
te escribí
te hice
y no me gusta pensar
no volver a ver tus ojos
que volvieron.

CASI UNA PAZ COMPLETA

(canción)

Me visita con sus ojos tristes
tal parece que quieren hablar
pero no descifro palabras en esa mirada
y entonces me pongo a soñar.

Me resulta imposible dormirme
abro el libro que intento leer
pero sólo existen letras de su nombre
y las páginas vuelvo a correr.

Su silueta parece un fantasma
sin embargo la pude abrazar
caminé con mis dedos despacio su espalda
y en su cuello me puse a jugar.

Se quedó dormida y callada en mis brazos
fue un milagro en un rojo sillón
respiré su aire, le robé el aliento
y a cambio le dejé el corazón.

Su coraza son dolores viejos
se defiende por miedo al amor
y yo me vacío, le cuento y le digo
que me deje quererla mejor.

Ya tiene mi cuadro, mi libro, mi anillo
caravanas y aquella oración
yo tengo el perfume que dejó en mis manos
y su ausencia en este rincón.

Sobrevivo y espero a mañana
hablando con nadie y soñando su piel
una larga semana que pasó muy lenta
la esperé, la esperé, la esperé.

Asumido este amor que me atrapa
me entrego sin prisa a la conspiración
innegables los hilos que tejen caminos
te trajeron de nuevo en otra canción.

MAS NADA QUE DARTE

(canción)

Sin contar más allá
de lo que hay que explicar
ya no tengo
más nada que darte.

Por eso te escribo
que voy a marchar
ni siquiera
haré un equipaje.

Las cosas que usé
no las voy a llevar
pues son
armas para recordarte.

Y prefiero olvidar
aunque sepas muy bien
que no es fácil
dejar de pensarte.

Que triste aprender
que el amor es así
un espejo
un hechizo, un instante.

Una sombra a la luz
de una vela fugaz
que encendida
ya empieza a apagarse.

HOY ME MOJE

(poemas de celular; ayer de tarde)

La lluvia desatada,
con meticulosa furia,
penetra las calles,
azoteas y ropas.
Todo brilla difuso;
hoy me mojé
y fui claro
aunque opaco
y casi niño
al dejar que el ego
resbalara despacio
y se fuera bailando
por las bocas de tormenta.
La lluvia,
con constancia de usurero,
de obseso,
de aguja de reloj
desnuda cada cosa
y la muestra distinta.
Hoy me mojé
y en un segundo, un siglo;
fui una entelequia,
un animal cansado y renacido.
La lluvia cae ahora,
en este instante inmenso,
y moja
y se encarniza,
buena, furibunda,
como tu beso, un golpe,
una palabra,
un final esperado o postergado.
Hoy me mojé
y lo hice a gusto
como quien duerme,
camina,
escucha a Mozart
o trama la venganza
de sus odios.
La lluvia,
esa perversa voyerista
omnipresente,
ejecuta perfectas claraboyas
e inunda vacíos corazones.
Hoy me mojé,
fui casi bueno
y dejé que tus lágrimas
me hablaran.