PENTAGRAMAS COLGADOS EN LOS POSTES

Con la ventana abierta,
los oídos tendidos,
los ojos entornados,
las manos transparentes
sintonizo la lluvia
y el verde languidece
mientras Mozart, travieso,
realiza estratagemas
de notas relucientes
sobre los pentagramas
colgados en los postes.
Las hojas de un Biloba
se acercan
tras las lupas
de las gotas que corren
por el vidrio
y el humo de un cigarro,
displicente,
se convierte en nube
microcosmos.
Afuera el cielo mira
a la gente
que espera
escaparse de un pasado
persistente.
Viene el jardín de entonces
y el rosal
de mi abuela
me acerca aquel juguete
que se fue de mi lado
cuando el reloj pulsera
capturó mi muñeca.
Otra hoja se cae,
un gorrión se guarece
y la pátina ámbar,
que lo desnuda todo,
se queda
como un disco
que gira para siempre;
y Mozart se convierte
en ecuaciones
que explican
el círculo cuadrado,
la cinta de Moebius
y la estructura atómica
de lágrimas caídas,
con su sonata per due piano
índice Kegel 448
en Re mayor;
ahora mismo,
con la ventana abierta,
los oídos tendidos,
los ojos entornados,
las manos transparentes...

(poema para leer escuchando esta sonata