«Tin morín de dos pingüés,cúcara mácara chíchara fue.» (1)
«Der schwer gefasste Entschluss.» (2)
EN LA VIDA ENCONTRAMOS dos tipos de personas, dos éticas marcadamente contrapuestas, antagónicas. Las del título; tenemos ejemplos a diario, a nuestro alrededor, a la vuelta de la esquina; ejemplos: un albañil se compromete a levantarnos un muro en una semana, a los diez días nos dice que faltan cinco, que lo que pasa es que los ladrillos son desparejos o que la porlan está ventada o que la humedad o que cualquier cosa. Un escribano quedó en entregarnos el título de nuestro cochecito de segunda mano la semana pasada, lo llamamos y nos explica que tuvo un problema con el trámite que antecedía al sellado del auto caratulado de, etc. Un gobernante nos deja debajo de la lona y nos explica que la macroeconomía, que el dengue, que lo que pasa y la mar en coche. Nunca escuchamos esta simple frase: «me equivoqué». Peor aún, no sólo no la escuchamos sino que ponen materia fecal en el ventilador y salpican a cualquiera, al barrer y a la marchanta, caiga quien caiga ya sea el pobre y sacrificado horneador de ladrillos, el atento funcionrio judicial o el pobre y desgraciado mosquito. Esta forma de manejarse en la vida abunda, ¿verdad lector, verdad lectora?. Más de lo que quisiéramos. Hay otra ética, otra conducta; el compromiso. Éste no está exento de errores, de fallas, de insuficiencias pero apela a la honestidad y a ver los defectos en uno mismo, las fallas como consecuencia de éstos y las últimas como lógico corolario. Se asume el compromiso, se mejora, se corrige y se dice esa simple frasecita: «la cagué» y arriba y a seguir para adelante. El compromiso es una necesidad social e histórica a la luz de los tiempos que corren y vaya si corre el tiempo. Esta actitud tiene que ser la que nos saque de una inercia que nos trajo a donde estamos. Abajo de la lona. Asumir esta actitud es una decisión de peso («Der schwer gefasste Entschluss.» Tiene que ser («Es muss sein.») «...el peso, la necesidad y el valor son tres conceptos internamente unidos: sólo aquello que es necesario, tiene peso; sólo aquello que tiene peso, vale».
(1) Popular.
(2) De "La Insoportblelevedad del ser" / M. Kundera.
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